Aunque un tema pendiente es la reestructura financiera de las desarrolladoras fuertemente endeudadas, todo indica que la construcción de casas viene por sus fueros.
Y es que luego de una década de crecimiento urbano soportado únicamente en la relación costo/beneficio de unos cuantos desarrolladores de vivienda, las empresas medianas están tomando un peso específico mayor, como es el caso de Javer y Sadasi, sólo por mencionar a algunas vivienderas.
La realidad es que la secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) al frente de Jorge Carlos Ramírez Marín ha estado muy cerca de la industria, ya que el gobierno en el periodo que le comento vía organismos estatales y tripartitas dirigió casi 4 billones de pesos para construir casas habitaciones que lamentablemente se edificaron cada vez más lejos de lejos de los cascos urbanos y con ello colaboraron activamente en la gestación de autenticas favelas-dormitorio que podemos observar a lo largo y ancho de las principales urbes del país.
Ramírez Marín anticipa que, ya sobre nuevas bases, en este año comenzará la recuperación del sector vivienda, lo que es una buena noticia para la economía por su efecto multiplicador en varias ramas industriales.
Como imaginará detener los “trenes de vivienda” que financiaban casas lejanas y caras no ha gustado a varias empresas que además tienen el reto de llevar a buen puerto lograr quitas a sus deudas.
Tal es el caso de Homex de Eustaquio de Nicolás, Grupo Geo de Luís Orvañanos y Urbi de Cuauhtémoc Pérez que dicho sea de paso, siguen en el negocio, y deberán ajustar su operación a las nuevas reglas que permitirán un reordenamiento de ciudades medias.
Pero como le digo, la Sedatu ha estado cerca de las constructoras, y ahora, en una coordinación institucional con la Cámara Mexicana de la Industria Nacional de la Construcción (CMIC) que dirige Luís Zárate, estableció un convenio que involucra cuando menos 5 mil millones de pesos para iniciar la reorganización urbana que le comento.
El proyecto es titánico y seguramente esos recursos sólo cubrirán los planes más urgentes para contener el crecimiento anárquico que se ha dado en muchas ciudades, pero no deja de ser un fuerte arranque para que el diseño vial, hídrico, energético y logísticos de los nuevos desarrollos urbanos tenga, ahora sí, un enfoque sustentable.
El Financiero
Fuente: realestrategy.com
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